Película mexicana del año dos mil doce, dirigida por Duncan Bridgeman, en la cual los protagonistas somos todos lo mexicano, en su desarrollo se van entretejiendo conversaciones con canciones, por lo cual participan en la misma escritores como Elena Poniatowska , Ángeles Mastretta, Laura Esquivel, cantantes de diversos géneros como Lila Downs, Rubén Albarrán, Chavela Vargas, Alejandro Fernández, Kinky, Carla Morrison, Roco (vocalista de La Maldita Vecindad), Amandititita, Lupe Esparza, entre otros más, también actores, Daniel Jiménez Cacho, Diego Luna, y personajes representativos de los grupos étnicos que integran nuestra Nación.
La propuesta del film es sumamente interesante, es un rescate a la identidad cultural que es tan necesaria en esta época de crisis de identidad, porque como bien se hace referencia en el película, estamos en un plano de esnobismo cultural de otros países, olvidándonos de nuestras raíces y maravillosa cultura, lo cual provoca que nosotros mismos hagamos una distinción entre los diversos grupos que existen es el país, principalmente con los grupos étnicos, perdiendo el sentido respecto del hecho que todos somos indígenas, elemento principal de nuestra identidad, así como las costumbres y tradiciones, viviendo en un mundo puramente material, dejando a un lado lo maravilloso que tiene nuestro país. 
La fotografía es exquisita, no tiene guión, sin embargo tiene una fluidez que te lleva a la reflexión y por consecuencia a la admiración de la riqueza pluricultural que existe y cuando te das cuenta, ya han pasado los 102 minutos que dura el film. Un punto que me encantó, es la cita de un ensalmo de uno de mis libros favoritos, "Ninguna Eternidad como la mía", escrito por Ángeles Mastretta, quien es la encargada de hacer dicha narrativa dentro del film, el cual dice: "... Me comprometo a vivir con intensidad y regocijo, a no dejarme vencer por los abismos del amor, ni por el miedo de que éste me caiga encima, ni por el olvido, ni siquiera por el tormento de una pasión contradecida. Me comprometo a recordar, a conocer mis yerros, a bendecir mis arrebatos. Me comprometo a personar los abandonos, a no desdeñar nada de todo lo que me conmueva, me deslumbre, me quebrante, me alegre. Larga vida prometo, larga paciencia, historias largas. Y nada abreviaré que deba sucederme, ni la pena ni el éxtasis, para que cuando sea vieja tenga como deleite la detallada historia de mis días".
Además de las cosas buenas que tiene la obra, hay algunas otras que me parecen un tanto fuera de lugar, como la intervención de Gloria Trevi un tanto vulgar, así como de loa personajes la "Brozo" y "Ponchito", y la participación del vocalista de Calle 13, que no le encuentro sentido con la identidad nacional. Otro punto que no me parece del todo es el Cliché de que TODOS los mexicanos somos Guadalupanos, eso punto me parece paradójico con el tema pluricultural que se plantea, pero bueno se maneja de esa forma en la película. No obstan de estos puntos poco favorables desde mi perspectiva, no quiere decir la película no sea una buen proyecto, al contrario es ámpliamente recomendable y todos deberíamos de ver, vale mucho la pena, lo han calificado como "perturbadoramente sentimental", y comparto la idea, ¡ véanla!.